A través de estas se rigen los comportamientos de los animales, tanto en materia de atracción sexual como en lo relativo a mantenerse alerta ante situaciones de peligro o para marcar territorio
La feromona es una sustancia química que segregan los animales para generar empatía con otro animal de su misma especie. A diferencia de las hormonas, las feromonas se perciben a través del sudor, la orina o la saliva; las hormonas se trasmiten de forma interna, por medio de la sangre.
De forma distinta a lo que se cree, esta sustancia química no se relaciona únicamente al celo o nivel de fertilidad. Sirve también para alertar a los animales sobre situaciones de peligro o delimitación territorial.
También están presentes en los humanos, aunque no tienen la misma potencialidad que en los animales. Su uso está limitado a la atracción sexual, mientras que en los animales rigen el comportamiento de las especies.
En el reino animal, son consideradas casi unos medios de comunicación entre especies. Son percibidas a través del olfato de los animales, específicamente por medio del órgano nasal llamado vomeronasal. Este miembro consta de dos conductos ubicados por encima del paladar.
Tipos de feromonas
Estas se clasifican se de acuerdo a su función y objetivo. En algunos casos como en las hormigas, se utilizan para indicar el rastro; también se usan para identificar la superficie en el intercambio de comida.
De alarma. Sirven como señal de advertencia a otras especies. Es decir, anuncian la presencia de un posible peligro o riesgo para otros animales.
De demarcación. A través de la orina, muchos animales marcan su territorio o señalen qué espacio les es exclusivo. Esto sirve para indicar a otros ejemplares los límites establecidos, es decir, que no deben hacer uso de ese espacio.
Sexuales. Este es quizás el uso más conocido por las personas. Permiten saber qué animales están en celo o en período de reproducción. Por medio de la orina o el sudor, los machos identifican a las hembras disponibles para aparearse.
Usos de las feromonas
En la ciencia veterinaria, se han empleado las feromonas en la fabricación de productos destinados para animales. Algunos de ellos sirven para apaciguar la ansiedad, mientras que otros para estimular el apareamiento.
Como calmante. Las feromonas sintéticas están inspiradas en las feromonas lactantes y se busca calmar la conducta de los cachorros. Es el caso de las perras durante el período de lactancia, que segregan feromonas para disminuir la ansiedad de sus bebés.
Este tipo de sustancias han tenido buenos resultados en tratamientos para cambios de comportamiento.
En los humanos también se han dado demostraciones del uso de feromonas como estimulante sexual, aunque aún no se ha comprobado su eficacia. Tal es el caso de casas de perfumes, que han desarrollado lociones con aditivos de feromonas.
Efectos de las feromonas en animales esterilizados
La castración es una práctica que se hace directamente sobre las hormonas de los animales; consiste en extirpar la fuente de testosteronas en los machos y estrógenos y progesteronas en las hembras. Esta acción puede afectar la producción de feromonas.
En estos casos, los machos tendrán un olor más parecido al de las hembras. En teoría, esta modificación de olores puede hacer que el macho suscite deseo sexual en otros ejemplares del mismo sexo. Sin embargo, no por ello perderán el interés por la monta de hembras en celo.
Por otro lado, los animales castrados disminuyen su demarcación territorial; ya no hay una necesidad de marcar el territorio de posesión. De esta forma, las llamadas feromonas de territorio se disminuirán considerablemente.
**Algunos datos fueron tomados de misanimales.com