Conocer las enfermedades y afecciones que puede sufrir nuestro perro es bastante importante ya que podremos evitar que una enfermedad se desarrolle más de lo debido. A continuación vamos a hablar de un virus que hay que vigilar de cerca, el papiloma canino. ¡No te pierdas toda la información al respecto!
El papiloma canino se puede ver por una serie de verrugas que les salen a los perros dentro de la boca y se multiplican de una forma muy rápida. Estos papilomas o verrugas las produce un virus llamado Papilomavirus que puede afectar a perros, aves, personas y otros animales.
Puede atacar a perros que tienen buena salud y muy buenos cuidados, pero por lo general, salen cuando el perro está con las defensas bajas.
Es un virus que si ataca a una especie, no puede atacar a otra. O sea, que si este virus ataca a un perro, este no podrá contagiar a un gato, por ejemplo. A esto se le llama virus hospedador- específico.
Produce lesiones benignas en la piel y cavidad oral. Suele afectar a perros que están entre los seis meses y los cuatro años de edad, pero también a adultos con problemas de inmunidad, como perros con cáncer o con infecciones.
En algunas ocasiones, este virus puede avanzar, causando por ejemplo, cáncer de piel. Otra posibilidad, es que las células cancerosas invasivas puedan penetrar mejor y coman tejidos.
Este crecimiento se dará en la mayoría de los casos en los labios, la lengua y la boca. En perros de menor edad, las verrugas pueden aparecer también, en los ojos, los genitales y zonas interdigitales de las patas, aunque la piel puede verse afectada a cualquier edad.
Contagio del papiloma canino
El contagio de este virus es por contacto directo, o si el animal infectado muerde un objeto y después, otro sano, toca ese mismo objeto (por fómites), aunque para que se produzca la enfermedad, el animal tiene que ser joven o inmunosuprimido. No hay una raza específica, ni un sexo predispuesto al desarrollo de este virus.
Causas del papiloma canino
El período que tarda en incubar desde la exposición del perro que sufre del virus, hasta que este está infectado, es entre el mes y los dos meses.
El contacto oral es la más común forma de contagio, pero también podría ser por heridas, por la picadura de un insecto, por una inflamación, etc.
Una de las situaciones en las que se ven más perros infectados por este virus, es en los parques en los que hay alguna fuente de la que las mascotas beban. Si un perro infectado bebe, y luego un cachorro o un perro con problemas en el sistema inmunológico beben también, habrá posibilidades de que se infecten.
Como hemos dicho, suele afectar a perros jóvenes, pues su sistema inmunológico se está desarrollando todavía, por lo que es más fácil contraer enfermedades. El papiloma a estas edades, suele desaparecer al pasar unos meses, cuando su sistema se ha desarrollado y madurado del todo y ahora tiene la capacidad de generar una respuesta inmunológica contra el virus. Sin embargo, en otras situaciones más graves, como que el cachorro padezca una inmunodeficiencia congénita, podría darse el caso de una invasión masiva del virus, que puede causar mucho dolor al perro cuando come o bebe. Para estos casos, hay medicamentos e incluso se puede recurrir a la cirugía o congelación de las verrugas (criogenización). Las razas más propensas a tener inmunodeficiencia congénita son el Basset Hound, Jack Russell, Beagle, Pastor alemán, Setter Irlandés, entre otros.
**Algunos datos fueron tomados de toppercan.es