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LA MAGIA DE LAS GATAS CAREY

febrero 13, 2018

Por: Melissa Bustamante

Cuenta la leyenda que hace ya mucho tiempo atrás, el Sol decidió que quería participar de la vida en la Tierra. Para ello pidió ayuda a la Luna, para que cubriera su ausencia con el fin de que los humanos no se percatasen de que el astro rey ya no estaba en su lugar. La Luna aceptó y tomó la posición del sol de manera lenta pero inexorable, de manera que el Sol deseoso de vivir las experiencias de un mundo que sentía lejano, tomo forma de uno de los animales en los que mejor pasaría inadvertido y que tanto le fascinaba. Eligió una gata negra.

Y así pasó el tiempo, el Sol vivió con intensidad aquellos días en la tierra hasta que la Luna, cansada de esperar su regreso decidió retirarse. El Sol tuvo que salir rápido del cuerpo de la gata negra a ocupar su lugar en el cielo, pero en su rápida huida, miles de rayos de luminosos y dorados colores, cubrieron y quedaron atrapados en la mágica piel de la gata negra. Desde entonces las hijas de aquella gata llevan el recuerdo de los rayos y destellos dorados que el Sol olvidó en su madre, así como su temperamento y sabiduría”.

Las gatas carey son, sin duda, una de las manifestaciones felinas más extraordinarias que nos podemos encontrar.  Aunque no se trata de una raza propiamente dicha, sino de un patrón de color que puede ser encontrado en varias razas de gatos, se trata de un animal que nunca deja indiferente a quien tiene la oportunidad de verlas de cerca. Se han convertido en un símbolo mágico, imanes de la buena suerte a lo largo de la historia. Cuentan que los marineros japoneses no zarpaban sin una gata Carey que ahuyentara los malos espíritus. La cultura celta dice que tener una gata Carey traerá fortuna al hogar. Al igual que en Estados Unidos actualmente también están consideradas como las gatas del dinero.

Sin embargo, la realidad de estos hermosos seres mágicos es bien distinta. En el mundo real las hijas del sol son huérfanas del cariño de los humanos.  Por algún desconocido e injusto motivo las gatas carey no son de la preferencia de la mayoría de los propietarios de gatos. El por qué no está muy claro, sobre todo cuando tenemos en cuenta que las gatas carey tienen, aparte de un carácter maravilloso,  un atractivo físico inimitable y único. Cuando elegimos compartir nuestra vida con una gata carey podemos tener la total y absoluta certeza de que no existe ni existirá jamás un animal como el nuestro.

Cuando hablamos de manto carey nos referimos a aquellos ejemplares, independientemente de la raza, que presentan conjuntamente los tres colores básicos en los gatos, naranja, en todas sus variaciones, negro o alguno de sus derivados y blanco. Si no tienen los tres colores a la vez, aunque presente diferentes tonos de naranja o de negro, no pueden considerarse ni tricolor ni carey. El nombre hace referencia a la semejanza con el  interior del caparazón de las grandes tortugas de los mares tropicales, utilizados para la realización de objetos decorativos, y que desgraciadamente las está llevando a la extinción.

Se habla en su mayoría de hembras porque los genes que dan origen al tricolor necesitan ubicarse en dos cromosomas X y precisamente es el sexo femenino el que cuenta con los cromosomas XX. La probabilidad de que un macho tenga el manto Carey es menor, ya que se necesita que el animal posea los cromosomas XXY, en lugar de los comunes XY. No obstante, esta combinación es una anomalía genética llamada síndrome de Klinefelter y los gatos que lo padecen son estériles.