Compartir en casa con un animal de compañía actúa como un amortiguador contra el estrés psicológico, ayuda a evitar el sentimiento de soledad y tiene beneficios a nivel físico, afirman varios estudios. 

El último de estos estudios, realizados por Elena Ratschen del departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de York,  explica que “los hallazgos encontrados en diversos estudios también demostraron vínculos potenciales entre la salud mental de las personas y los vínculos emocionales que forman con sus mascotas”.

El cariño, el apoyo y la lealtad que nos muestran estos animales, manifestando alegría cuando nos ven llegar o reclamando nuestra atención para jugar, nos hace sentir queridos mostrando que nuestra compañía es gratificante para ellos. Además de las razones aquí ya dichas, PetMás te da cinco argumentos para que sepas responder en las reuniones familiares cuando te pregunten: ¿Y los niños para cuándo?

1. Nos liberan del estrés 

Estar con ellos nos llena de felicidad, acariciar a nuestra mascota, jugar o pasear con ella nos libera de tensiones laborales o preocupaciones del día a día regalándonos momentos de relajación y mejorando nuestro estado de ánimo. Esto provoca la disminución de la hormona del estrés, el cortisol, la cual es segregada en momentos de tensión e influye entre otras cosas en los ritmos del sueño.

2. Ayudan a combatir enfermedades

Numerosos estudios afirman que los animales tienen la capacidad de mitigar aquellos sentimientos que nosotros valoramos como negativos, con su acompañamiento incondicional, los animales están combatiendo enfermedades como la depresión. Además, en el momento que miramos a nuestras mascotas, nuestro cerebro libera mayor cantidad de oxitocina también conocida como la hormona de la felicidad. 

3. Animales en procesos terapéuticos, una experiencia siempre positiva

En la actualidad, mascotas como los perros participan en lo que se conoce como intervenciones asistidas con animales, que consisten en la incorporación de un animal a un proceso terapéutico o educativo complementario al mismo que se desarrolla de forma multidisciplinar. 

Begoña Morenza Puerta, socia fundadora de Yacaran terapia asistida con animales, señala que cuando el ser humano está en contacto con el animal segrega oxitocina y endorfinas, y se produce una reducción del ritmo cardiaco y la presión arterial. 

“Todo esto hace que en una sesión con los perros tenga una predisposición a generar pensamientos positivos, a disminuir su aislamiento, a demostrar y expresar sus emociones, a compartir con sus iguales su experiencia. Se incrementa su capacidad de comunicación verbal y no verbal y su interacción social. En estas condiciones es sumamente fácil trabajar en áreas cognitivas o psicomotrices y en todas las que sea necesario para ayudar en el progreso de ese usuario, paciente, o alumno”, añade.

En definitiva, el objetivo de este trabajo es mejorar la calidad de vida de las personas que participan en estas terapias. “Podemos afirmar después de nuestra amplia experiencia que en nuestro caso los perros llegan a un rincón del alma al que los seres humanos no tenemos acceso”, concluye la fundadora

4. Aumentan el sentido de responsabilidad 

Adquirir una mascota nos hace responsables de su cuidado, nos enseña a plantearnos prioridades. Además se convierte en un compañero de juegos para las niñas y los niños, crecer con una mascota es enseñarles a ser responsables y a respetar a los animales. Los perros por ejemplo, se convierten en unos maestros excelentes, fuente  inagotable de estímulos que despiertan los sentidos del niño.

5. Mejoran la vida social 

Salir a pasear a nuestra mascota nos permite conocer gente, hay desconocidos que se acercan a acariciar el cachorro, lo que da pie para entablar una conversación